Salvatore Amorelli, apotado Totó… el rey de la pipa

Fue en 1978 cuando Amorelli, un joven estudiante de la Universidad de Pisa, recibió una pipa como regalo. A partir de ese momento, se apasionó tanto, por este don, que decidió dedicar su vida a la creación de pipas artesanales, convirtiéndolas en una obra de arte. Un verdadero rey de la pipa, muy apreciado por los coleccionistas.

Afortunadamente, esta pasión le ha «impedido» transformar su empresa artesanal en una industria, a pesar de las muchas peticiones que le han llegado de todo el mundo.
Cada pipa es una historia, cada pieza de madera de brezo diferente de las demás, diseños y grabados extraordinarios, elaboración de precisión casi maníaca, criaturas únicas, no clonables, no reproducibles.

Amorelli produce pipas que son joyas, mezclando materiales preciosos como el brezo y el cuerno con diamantes, perlas y oro. Por eso sus pipas se han integrado en la vida de importantes figuras como el Rey saudí Abdullah Al-Saud, el Papa Juan Pablo II, el ex Presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, el ex canciller alemán Helmut Kohl y el dibujante italiano Milo Manara.

Amorelli también crea pipas para damas.  Su primera colección fue creada con la colaboración de Gudrun Pasternak, el última heredera y nieta de Boris, autor de Dr Zivago, verdaderas joyas dedicadas a los momentos de relajación.

En nuestra paciente búsqueda del verdadero lujo, paramos en Caltanisetta, en Sicilia, en el laboratorio de Totò y nos fascinó esta mezcla perfecta de creatividad, artesanía e innovación. Aquí nace la línea dedicada a Anima Mediterránea en honor a la más auténtica excelencia, un himno al asombro, a la magia que el arte de hacer y la creatividad pueden ofrecer en el respeto a la tradición.
Un himno a la Belleza sólo para verdaderos entendedores.